El señor que lleva un mes tratando de vendernos los extintores, su Mercedes, él, el pelo como si siempre estuviera mojado, las manos grandes y el olor a tabaco, ha tirado una colilla en las plantas de la escalera. Todo humo. El señor de los extintores le ha metido fuego al plástico de hojas y pétalos. Y se ha ido. Y humo. Y Dios dice que el Limbo no existe, o eso he oído en las noticias.
5 comentarios:
El señor de los extintores intenta vender extintores. Uno de los principios fundamentales del márketin es inyectar la idea de que el producto es necesario. "Nena, necesitas un extintor o estas plantas de plástico pueden arder". Es tan triste su vida que si no te vende un puto extintor le importa un pijo que la planta arda.
Es fácil que acabe siendo cansado, repetitivo, griz, aburrido aquello que un día fascinó...
Pero ojalá estuvieras aquí, para poder hacer algo, cualquier cosa, aunque fuera herirte, perdonarte, dejar que me perdones. Lo que sea, pero que estuvieras.
Es fácil que acabe siendo cansado, repetitivo, griz, aburrido aquello que un día fascinó...
Pero ojalá estuvieras aquí, para poder hacer algo, cualquier cosa, aunque fuera herirte, perdonarte, dejar que me perdones. Lo que sea, pero que estuvieras.
Lápiz dice:
Algo me ha sucedido, no puedo seguir dudándolo. Viníste como una enfermedad, no como una certeza ordinaria, o una evidencia. Te insatalaste solapadamente poco a poco; yo me sentí algo raro, algo molesto, nada más.Una vez en su sitio aquello no se movió,
permaneciste tranquila, y pude persuadirme de que no tenía nada, de que eras una falsa alarma, quizá. Pero ahora me creces.
(Variaciones de J.P.S. de 1932)
Y tú que hablas de gris con "z", tú que tienes pinta de otro océano, quién eres tú que me pides volver, perdonarte, dejar que me perdones.
Lo que sea pero que estuvieras. Que te descubras.
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