julio 22, 2008

Día a día

los televisores adelgazan como las damas

para quedarse con sólo su esencia: la imagen

para que así se cumpla la profecía

de la caverna mientras florece la rosa

al otro lado de la ventana.

En la pantalla un niño acaba su silbato

de madera, toma aire y sopla

qué bonito eso es todo señoras

y señores. Se les olvidó lo más importante

que es que el árbol

salió por fin de su silencio de años

para imitar el canto del pájaro

que el pájaro quiso regresar a la rama.

El tiempo como el polvo en las esquinas

acaba adoptando la forma de espiral

Arrastra el caracol su galaxia y la respuesta

a su pregunta es un rastro de baba

Extendemos el dedo y se pliega el fondo

en su forma calcárea

Hay conchas en los alféizares de las ventanas

pero un caracol desnudo apenas se demora

en volver al polvo de donde vino

Saussure decía que el signo posee dos caras

Cuando observamos ciertos sistemas estelares

detectamos que sus componentes parecieran moverse

a velocidades no correspondidas

por las leyes de la física

Lezama que el poema es un caracol

en un rectángulo de agua.

Tu imagen ocupa exactamente 984 Kb

en este archivo. La calidad es excelente y usando

el zoom puedo aproximarme a tu rostro como

cuando te beso, dilatar el horizonte

que dibujan tus párpados (ya no se ve pero recuerdo

que en tus labios había una sonrisa) hasta el negro abisal

de la pupila. Y ahí acaba todo

y empiezas tú desbordando

píxels y pronombres.

Javier Moreno

julio 14, 2008

Hay días en que quisiera estar al margen. No pertenecer. No oír, sin querer oírlos, anuncios en la televisión que dicen envía politono no sé qué a tal número de teléfono. Completamente al margen. No ser parte. No oír la música que sale de las tiendas de ropa o de los supermercados. No encontrarme un folleto de Corporación Dermoestética entre las manos cada vez que cruzo la Gran Vía. No escuchar la conversación que tengo detrás en el autobús. No oír ciertos gritos, no leer decepciones. Acostarme hasta que se me pase la angustia y estar mientras tanto fuera, sin sentir que quiera o no pertenezco, que soy parte.

julio 08, 2008

'Tracy's face'


Fotograma de Manhattan. Woody Allen. 1979

En verano resulta más difícil, a mí me parece más difícil. El mundo parece condenado a algo sin nombre. Había estado concentrada hasta ahora en esquivar los grados centígrados, en encontrar un hogar, en hacer colas y mirar la cartelera vacía de los cines. Eso basta a veces si acabas de aterrizar y necesitas la vida, el calor, este sol y tomar helado en las plazas. No me importaba que el calor matara algunas palomas en vuelo o que los perros se refugiaran en el blanco de los pasos de cebra. Entonces dormirse involuntariamente, todo empieza cuando uno se duerme involuntariamente y luego se levanta manchado de algo, esa tristeza, ese calor, los sueños de mitad del día. De fondo Manhattan, al menos Manhattan, y recuerdas esa escena final y favorita, y piensas que tú también necesitas, que te está haciendo falta, algo así como Tracy's face.

julio 01, 2008

No sé por qué una pepita marrón dentro de la vulva había de matarte. No lo sé pero sufrías y había en todo el aire el mismo aire que hay en las películas de Lynch. Yo cubría tu cuerpo frágil con mi cuerpo, que en esas calles parecía más fuerte. Yo te llevaba de la mano, te hacía caminar rápido, te protegía de las balas y la sangre. Aunque yo cojeando, aunque mi mano en el cuello recogiendo algo húmedo y tibio que nacía de una mordida de bala que escocía y concentraba todo el dolor y el miedo ahí. Te suplicaba con ganas de llorar pero sin llorar: Amor mío, no te mueras, amor mío. De todos los balcones brotaba un líquido rojo y espeso que caía ante nosotras, detrás de nosotras, sobre nosotras. Y yo gritando cuando te sentía desfallecer, tu cintura sin peso caer sobre mis brazos: Amor mío, no, no por favor, amor mío. Y el sonido de balas y la voz del culpable de esa muerte, de esa pepita asesina dentro de ti rodeándolo todo. He despertado con las manos dormidas, de apretar tanto tu cuerpo, y he tenido miedo de ser yo la que ha acabado contigo cuando yo quería nada más que salvarte.