julio 14, 2008

Hay días en que quisiera estar al margen. No pertenecer. No oír, sin querer oírlos, anuncios en la televisión que dicen envía politono no sé qué a tal número de teléfono. Completamente al margen. No ser parte. No oír la música que sale de las tiendas de ropa o de los supermercados. No encontrarme un folleto de Corporación Dermoestética entre las manos cada vez que cruzo la Gran Vía. No escuchar la conversación que tengo detrás en el autobús. No oír ciertos gritos, no leer decepciones. Acostarme hasta que se me pase la angustia y estar mientras tanto fuera, sin sentir que quiera o no pertenezco, que soy parte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo he venido, siempre vengo.

Siempre tendras quien te lea...claro, mientras tú lo permitas.

Desde México.