Es cierto, sé que no me canso de hablar del ruido. Me obsesiona el ruido, me hiere, me molesta. Es un ruido de música, o de golpes contra la pared, o de botella contra el suelo. Y tú tienes a Umbral,
Mortal y rosa, entre las manos, pero el ruido no respeta. El ruido te llega, te agarra por detrás, te invade. Es terrible no poder luchar contra ese ruido. Llorar con las últimas líneas, con
estoy oyendo crecer a mi hijo, con el final, el comienzo, y que el ruido no permita ser consciente del propio llanto, ni de esto que estoy escribiendo ahora y que no leo, no oigo.
4 comentarios:
Es magnífico este blog. Es bueno, impresiona. Lo enlazaría directamente desde el mío, pero me da un poco de vergüenza. Igual no te gusta.
Volveré,
Ginés
Muéstrame el tuyo.
Éste es:
http://hanksiolitiko.blogspot.com
Y bueno, volveré de nuevo,
Ginés
No parece que te haya gustado...
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