febrero 05, 2008

Forever Away


Forever Away

"En español, añoranza proviene del verbo añorar, que proviene a su vez del catalán enyorar, derivado del verbo latino ignorare (ignorar, no saber de algo). A la luz de esta etimología, la nostalgia se nos revela como el dolor de la ignorancia. Estás lejos, y no sé qué es de ti."
Milan Kundera. La Ignorancia.

A menudo uno cree, una creía, no ser de ninguna parte. Nowhere man. Y eso es bueno, pero a veces no es verdad. Y lo pienso tomando el avión de vuelta, me digo: Qué bueno sería no ser de ninguna parte, no abrazar a la gente como si me viera abrazarlos ya desde su ausencia, no llorar en los bares que echo de menos o por una canción que hacía tanto que no sonaba en ningún lugar público. Pero es cierto, y recuerdo entonces a gente de aquí, gente que lee en bibliotecas de cemento y habla a veces de George Orwell, con el llanto en los ojos y acodada en la mesa: Lo peor es no sentirse parte de nada. Y es cierto. Eso que una creía lo mejor, ese desapego, esa huida, ese no saludar a la gente del barrio ni dar que hablar en las peluquerías, ese no valorar lo propio, no guardarle cariño a esas calles, no querer quedarse, decir muchas veces: Lo que sea menos quedarme, de repente se vuelve en contra, se te rebela, se impone y tú lo respetas, te ríes de bromas que has oído ya, no te molesta tanto el ruido de los restaurantes y una charanga de carnaval te parece entrañable si es sábado y no estás sola, si hay vida más allá de la ventana con sistema anti-suicidio, si no te echan a las once de los bares, si viniste ayer y te vas mañana, si la gente te pregunta qué haces aquí y a ti sólo se te ocurre algo así como: No sé, es que echaba de menos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

O lo que en algunos casos es mejor...me doy la vuelta, como extrañando el silencio ruidoso que está afuera...

si, si...algo así