septiembre 08, 2008


Mirarte y la imposibilidad de la lengua. El sentido universal de la sonrisa. Buscarte los ojos tras las gafas de sol. Toda la tarde el silencio, el ruido de una mano contra el muslo, de mi mano contra mi propio muslo, una señal con los dedos que significa voy al agua, y tú levantándote como si quisieras hacerme desaparecer. Entonces yo deseando eso mismo, caminando detrás como queriendo existir poco, leve, no clavar en la arena los pasos, no obstruirte el aire que te llegaba en las rocas. Querer llorar, pensarse estúpida, mirarte tanto y la imposibilidad de la lengua. Verte ahí arriba abrazándote las rodillas, sabiendo que no hay idiomas entre el tuyo y el mío. Querer llorar y huir y mirarte volver, hacerte fotos sin que lo sepas volviendo, buscarte sobre las rocas, coger juntas el autobús de vuelta y a mi lado esa señora un poco demente que chilla en todas las paradas de tren, cantándome coplas todo el camino, llorando y diciendo: "Ay, la patria, mi Gerona", y luego mirarnos a las dos para decir: "Es verdad. Los hombres son malos. Si te besa alguno te pones la mano aquí." Y me tapaba la boca con una mano que olía a humo o a almendras amargas. Y yo pensar en él diciendo: "Like light for moths, you are for these crazy people like light for moths". Aunque no me gustaba que utilizara crazy. Entonces ha sido bajar, la calle, el tranvía, todo lleno de gente en un lunes de retrasos y calor y ver de lejos cómo corrías para llegar a tiempo. Decirte ven con la mano, pensar que estás, montarme en el tranvía pensando que estás, segura de que estás, de que te encontraré en el vagón de la cabina, de que caminaré agarrada a las barras, como si hubiese mucho viento en contra, y al final serías tú. Pero no. No. Me he quedado perdida, más silencio, sin saber en qué parada bajarme. Al final Corum y caminar a la casa sin posibilidad de ti. Y ahora tengo nada más que una foto tuya sobre las rocas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida M,

cómo explicar que eres precisa siempre. Algo así de..."exactitud" a pesar de todas tus imposibilidades. Y qué más, siempre las hay. Te cuento que a mi no me ha quedado mucho de nada. Como que todo es así,lleno y vacío. Y como siempre...quedas tú, el propio tú , con nuevas historias, nuevas fotos...y ya, escribes...escribes o te sientas, ya has de saber...

Waltz.