enero 01, 2007

Él dijo

tristísimas mariposas ebrias, que somos, que soy como una mariposa triste y mal colocada. Dice cosas que suenan hermosas y me da la posibilidad de no dar las gracias. No sé por qué empiezo con esto y no con la llamada de teléfono que recibí en sueños o con las frases de canciones que últimamente me persiguen esté dormida o despierta. No voy a nombrar el año nuevo
año nuevo, ya lo he dicho
porque si no creo en el tiempo, qué me van a importar las fechas. No voy a nombrar que anoche al fin ver la realidad con los dos ojos
con un ojo en cada lado, dijiste tú y me gustó esa frase
y al fin hablar mirando las caras, brindar más con cerveza que con cosas que duelen y no tener que arrepentirme hoy del dolor de cabeza, del llanto o de los ojos de él mirándome vomitar cerca de la puerta. Luego serrín. Así que hoy podría ser domingo y no lo es. Hoy podría no dolerme el cuello o haber estado en la playa, o en tu casa, o en cualquier lugar donde haber comido uvas y brindado con gente que no está triste, vive triste como ellos y hacen que yo actúe raro y dé besos de cariño en la frente de ancianos que no suelo besar. Anoche veíamos la tele antes de que yo huyera a los bares. Vi dos cosas que me hicieron llorar. Era publicidad, imagino. Vi Vida en Marte

Now she walks through her sunken dream
To the seat with the clearest view
And she's hooked to the silver screen
But the film is a saddening bore
For she's lived it ten times or more
She could spit in the eyes of fools
As they ask her to focus on
Sailors fighting in the dance hall
Oh man! Look at those cavemen go
It's the freakiest show

Y después algunas imágenes que hablaban de optimismo. Creo que una bolsa mecida por el aire o un recorte de mar enclaustrado entre arquitectura. Entonces confío un poco más en la tele (quiero decir, no tan poco, no tan nada como antes) y después ya, todo lo demás.

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