septiembre 03, 2006

Al Alba (a Alba)


Quiero que leas esto cuando ya nos separe la suficiente tierra (que nunca es suficiente), cuando ya no recorras estas calles y puedas pasar por estos días sólo con la punta de la memoria, no con este peso de recuerdos que abruma y ahoga ahora cada hora que hemos pasado. Hace calor, calor peninsular y ganas de otoño. Busca, busca aviones de noviembre que habrá algún vuelo que nos una. Hace calor, se pega al cuerpo y por entre los dedos, y ni siquiera eso puede una retenerlo. Da igual que Mula sea una pierna rota, que Toledo sea cuesta arriba. Da igual. Gracias por estos días. He aprendido por qué en las islas no hay invierno.

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