Te vas a cenar. Y yo pienso en esa hora. Imagino mi casa. Los imagino también allí cenando, con las noticias de fondo o mirando en el teletexto la película que ponen en la dos. Lo imagino a él comiendo judías en un envase de plástico delante de la tele apagada, con la radio en la mesa junto al paquete de tabaco. O a ella, en una casa que apenas conozco, rodeada de hermanos y de padres, hablando con unos y explicándole de dónde viene el maíz a otros. Me apetece todo eso, comería la merluza rebozada de mi casa, o las judías frías o una sopa de calabaza con nata y un chorizo. Lo que sea, todo eso que está allí y no aquí. Me busco hace ahora un año y me veo en ese comedor marrón de colchones contra la pared. La perra Electra ladrándole a las sombras y yo masticando sola, con música de fondo y luces bajas. No sé que comía esa noche pero creo que hoy tengo más hambre de eso que de todo lo que hay aquí.
1 comentario:
Vine, te leí y me fuí, y cene solamente atún con lechuga y tomate.
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